En lo que parece una campaña de limpieza de imagen de la figura del Pontífice por parte del Vaticano, el Papa comerá con 90 presos en la cárcel de Nápoles de Poggioreale, de los cuáles 10 son transexuales.
Los propios reos serán los cocineros, como parte del programa de la visita del Pontífice a esta ciudad italiana el próximo sábado, según ha informado la televisión de la Conferencia Episcopal de Italia.
El Pontífice ha salido hoy (19 de marzo) del Vaticano a las 7 de la mañana en helicóptero y se ha dirigido al Santuario de Pompeya donde dedicará unos minutos a la oración. Desde allí, se trasladará también en helicóptero a Nápoles donde se encontrará a las 9,30 horas con “grupos de personas vulnerables” en la Plaza Juan Pablo II.
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